
INCERTIDUMBRE, DESCONFIANZA E INVERSIÓN
La inversión nacional es dramáticamente baja y presenta una tendencia descendente, tanto en el ámbito público como privado, afectando las posibilidades de crecimiento económico y generación de empleo. Factores como la desconfianza de los inversionistas, los cuellos de botella institucionales y la incertidumbre política explican gran parte de esta situación, más allá de variables tradicionales como tasas de interés o costos laborales. La ausencia de un estado de derecho confiable limita la capacidad del país para atraer inversión y fomentar desarrollo. En este contexto, el proceso electoral genera un ambiente de incertidumbre que puede prolongar la desconfianza, haciendo urgente la necesidad de instituciones eficientes que aseguren estabilidad y confianza para la toma de decisiones económicas estratégicas.

LA ECONOMÍA DESACELERADA
El crecimiento económico se ha desacelerado por la falta de confianza, el bajo gasto público y la caída en sectores clave. El FMI recomienda medidas de estímulo de corto plazo y, sobre todo, reformas estructurales que fortalezcan la inversión, el clima de negocios y la institucionalidad para evitar que la economía siga estancada.

LOS RIESGOS DE INVERTIR EN GUATEMALA
La inversión es clave para el desarrollo, pero Guatemala presenta niveles persistentemente bajos pese a su tamaño, población y ubicación estratégica. A pesar de avances en inversión extranjera, factores como la inseguridad, la baja capacidad estatal, la pobreza y un sistema fiscal ineficaz limitan el crecimiento. Informes como el de Moody’s señalan estas debilidades estructurales, y mientras no se enfrenten con seriedad, el país seguirá sin alcanzar el volumen de inversión necesario para salir del atraso.