
RECOBRAR LA DISCIPLINA
La pandemia provocó un fuerte aumento del gasto público y una caída de la recaudación, disparando el déficit y el endeudamiento en Guatemala. Aunque la recuperación económica y tributaria desde finales de 2020 ha mejorado temporalmente las cuentas fiscales, persisten riesgos internos y externos que podrían frenar esa tendencia. La deuda pasó del 26% al 32% del PIB y su peso frente a los ingresos tributarios alcanzó un preocupante 315%, deteriorando la calificación de riesgo soberano. El FMI ha enfatizado la urgencia de mejorar la transparencia, combatir la corrupción y fortalecer la gestión pública. Recuperar la disciplina fiscal es indispensable.