
FISCALIZACIÓN DEL GASTO PÚBLICO
El buen funcionamiento del Estado depende de que el gasto público se ejecute con eficiencia y transparencia, lo que requiere un sistema de fiscalización sólido y preventivo. En Guatemala, dicho sistema debería sostenerse en tres pilares: la Contraloría General de Cuentas, las Unidades de Auditoría Interna (UDAIs) y el Congreso de la República, cada uno con responsabilidades específicas que hoy se cumplen de manera deficiente. La ausencia de controles efectivos ha dejado a la vía penal como único mecanismo para frenar la corrupción, en lugar de prevenirla desde la gestión administrativa. Fortalecer a la Contraloría, empoderar a las UDAIs y exigir al Congreso el cumplimiento de su rol fiscalizador son pasos urgentes. Las reformas legales, incluyendo mayor independencia del contralor y regulación de conflictos de interés, son imprescindibles.

LOS RETOS DEL “NUEVO” CONTRALOR
El regreso de Carlos Mencos como Contralor General llega en un momento crítico para Guatemala, donde la corrupción amenaza la estructura institucional del Estado. Aunque su anterior gestión fue discutida, ahora enfrenta un mandato más amplio y exigente tras la reforma de la Ley Orgánica en 2013. El nuevo marco legal obliga a la Contraloría a actuar con mayor alcance, controlando desde fideicomisos hasta ONGs, y a rendir cuentas mediante auditorías externas. La lucha contra las redes de corrupción, incluso dentro de la propia institución, será decisiva para el rumbo del país.