
CUOTAS ELECTORALES
Aunque las cuotas de género nacen con la intención de corregir injusticias históricas, aplicarlas en el sistema electoral podría ser contraproducente. En lugar de fomentar la igualdad real, corren el riesgo de generar nuevas formas de discriminación, debilitando principios como la meritocracia y la igualdad ante la ley. La inclusión debe promoverse desde la base, con políticas educativas y de apoyo que empoderen a las mujeres desde temprana edad. Insistir en las cuotas como solución rápida puede servir más como distractor de los verdaderos problemas del sistema político guatemalteco, como la corrupción y la debilidad institucional, que como camino real hacia la equidad.

ELUSIVA JUSTICIA SOCIAL
Aunque la justicia social es un objetivo loable, su ambigüedad puede convertirla en una herramienta retórica sin eficacia práctica. Distinguir entre mérito, herencia y demanda de mercado es esencial para diseñar políticas que fomenten igualdad sin desincentivar la productividad. El debate entre eficiencia e igualdad sigue vigente, así como la cuestión moral del papel redistributivo del Estado. Promover igualdad de oportunidades, competencia y meritocracia puede ser el camino más sensato para avanzar hacia una justicia social real y sostenible sin comprometer el crecimiento económico ni la libertad individual.