
REFORMA INSTITUCIONAL: EL CONGRESO
El colapso funcional del Congreso guatemalteco exige una reforma urgente de su Ley Orgánica. Entre las prioridades están normar adecuadamente las interpelaciones, agilizar el trabajo legislativo y profesionalizar el funcionamiento de las comisiones. Se requieren reglas claras sobre asistencia, transparencia y rendición de cuentas, así como cambios administrativos internos. La presión ciudadana actual podría ser el empuje necesario para que la legislatura asuma su responsabilidad institucional y recupere su rol en una democracia efectiva.

EL LEGISLATIVO EN LA ENCRUCIJADA
El Congreso de Guatemala debe ejercer funciones clave como legislar con calidad, controlar al Ejecutivo y representar políticamente a la ciudadanía. Sin embargo, el uso excesivo de interpelaciones como estrategia obstruccionista y la aprobación de leyes sin el debido debate en comisiones han debilitado su papel institucional. Esta situación refleja problemas estructurales en el sistema de partidos y una débil cultura política. Se requiere reformar tanto el sistema electoral como la Ley Orgánica del Legislativo para evitar abusos del derecho de interpelación y fortalecer el rol del Congreso como contrapeso legítimo dentro del Estado.