
GOBIERNO CORPORATIVO Y LOS TRIBUNALES
La ineficiencia del sistema judicial guatemalteco se origina, en gran medida, en la falta de una estructura administrativa profesional. Jueces y magistrados, carentes de formación gerencial, asumen tareas administrativas que entorpecen su labor jurisdiccional. A pesar de reconocer esta sobrecarga, muchos se resisten a delegar, pues esas funciones representan estatus y poder. La solución pasa por adoptar prácticas de buen gobierno corporativo, separando claramente las funciones administrativas y jurisdiccionales, sometiendo a las instituciones a auditorías externas y garantizando transparencia. Como en los sistemas judiciales desarrollados, se propone delegar la gestión diaria a administradores profesionales, lo que permitiría a los magistrados centrarse en impartir justicia. La legitimidad del sistema judicial depende de su capacidad para ofrecer justicia pronta, eficaz y accesible; si no se logra, se pone en riesgo la gobernabilidad.