
UN PAÍS FRAGMENTADO
Guatemala no está simplemente polarizada, sino profundamente fragmentada en grupos desconectados y desconfiados entre sí, sin puentes ni diálogo. La falta de instituciones legitimadas para articular intereses colectivos ha generado un vacío que favorece la ingobernabilidad y el crimen organizado. Esta crisis de capital social afecta directamente al desarrollo del país. La solución exige devolverle sentido ético a la política, fomentar la participación ciudadana desde la educación y permitir que nuevas generaciones lideren un proceso de encuentro y reconstrucción nacional.