
UNA ECONOMÍA “MEDIO-SANA”
La economía guatemalteca puede calificarse como “medio-sana”: goza de estabilidad y predictibilidad, pero carece del dinamismo necesario para mejorar el nivel de vida de la población. Si bien los precios son estables y los déficits están contenidos, el crecimiento económico sigue siendo mediocre desde hace décadas. La solución no está en renunciar a la estabilidad macroeconómica, sino en complementarla con políticas de inversión pública enfocadas en capital humano, infraestructura e instituciones sólidas. Solo así podrá alcanzarse un crecimiento sostenido que transforme la estabilidad en desarrollo real.