
NO ES EL FIN DEL MUNDO
Aunque el covid-19 sigue expandiéndose en países en desarrollo y causando graves daños humanos y económicos, su impacto letal es menor en comparación con pandemias históricas como la Peste Negra o la Gripe Española. La medicina moderna y las medidas de salud pública permiten mitigar los efectos, mientras que la expansión fiscal brinda un margen de apoyo económico. El reto principal será adaptarse a un entorno transformado: diversificación de cadenas de suministro, desarrollo de nuevas habilidades, inversión pública estratégica y resistencia ante el proteccionismo. La innovación y una renovada ética social y económica serán claves para construir una recuperación sólida y sostenible.