QUE FLUYAN LOS MIGRANTES
El libre flujo de personas entre países genera beneficios económicos, sociales y morales que superan ampliamente sus posibles costos. Las migraciones dinamizan la economía, aumentan la productividad y permiten que millones de personas escapen de la pobreza, beneficiando tanto a las naciones de origen como a las de destino. En cambio, las políticas antiinmigrantes resultan ineficaces, costosas y dañinas para el tejido social. Existen formas intermedias de gestión migratoria que pueden reducir los temores fiscales o culturales sin sacrificar los beneficios del movimiento humano. Comprender la migración como motor de desarrollo y no como amenaza es clave para un futuro más justo, próspero y solidario.
LAS MILAGROSAS REMESAS FAMILIARES
A pesar de la recesión en Estados Unidos, las remesas enviadas por los migrantes guatemaltecos se han recuperado desde junio, proporcionando un alivio crucial al consumo de los hogares. Este logro depende exclusivamente del esfuerzo de los migrantes, evidenciando que las políticas estatales actuales no fomentan ni protegen esos flujos. El gobierno debe adoptar medidas concretas, como diplomacia activa con EE. UU., revisión de regulaciones, impulso de transferencias digitales eficientes, incentivos fiscales para empresas de remesas y apoyo a migrantes deportados mediante capacitación y acceso a crédito, para asegurar que su contribución fortalezca la economía nacional y el bienestar de las familias.
EN DEFENSA DE LAS MIGRACIONES
El autor comparte su experiencia personal como hijo de un refugiado de guerra acogido por Guatemala, y argumenta que la migración, aunque compleja, ha traído grandes beneficios tanto a nivel individual como económico. Como economista, respalda con datos la idea de que los migrantes –calificados o no– contribuyen al crecimiento de los países receptores. Lamenta la creciente ola de rechazo hacia ellos, especialmente en naciones que fueron fundadas por inmigrantes, e insiste en que estos sentimientos deben ser contrarrestados con políticas públicas inteligentes y compasivas. Guatemala, señala, también debe prepararse para recibir migrantes de manera ordenada y digna, en defensa de un mundo más próspero y humano.