
ESTRATÉGICO, NO IDEOLÓGICO
La súbita urgencia del Congreso por legislar sobre el agua, tras treinta años de omisión, puede resultar contraproducente si no se maneja con el rigor técnico y social que el tema exige. El agua no es solo un bien económico: es esencial, móvil, de valor comunitario y ecológico. La experiencia internacional y las prácticas comunitarias locales ofrecen guías valiosas, pero se requiere una política pública integral que priorice la sostenibilidad, incluyendo la reforestación. La improvisación podría poner en riesgo la gobernabilidad y el desarrollo de Guatemala.