
EL DIRECTORIO DE LA SAT
Una nueva propuesta legislativa amenaza con debilitar la independencia del Directorio de la SAT, eliminando la participación de miembros independientes y concentrando el poder en manos del Ejecutivo. Esta reforma sería un retroceso peligroso que ignora la historia de corrupción que motivó la descentralización de la entidad en 1998, y contrasta con las buenas prácticas observadas en otros países.

LA CONTRALORÍA EN SU LABERINTO
La Contraloría General de Cuentas (CGC) ha demostrado falta de responsabilidad en la fiscalización de obras públicas, fideicomisos y fondos estatales, contribuyendo a problemas como la “deuda de arrastre”. Frente a ello, un dictamen legislativo propone reformas que fortalecen sus atribuciones, autonomía, profesionalización y transparencia, obligando a la CGC a ejercer un control más riguroso y público. La oposición de la contralora a estas reformas parece estar ligada a la pérdida de discrecionalidad en la gestión de multas y recursos internos. Pese a ciertas áreas perfectibles, las reformas son necesarias para combatir la corrupción y fortalecer el sistema democrático.