
TIRANDO LA TOALLA
El modelo de Agencia Ejecutiva ofrece eficiencia y autonomía para la gestión pública, pero su éxito depende de una clara división entre quienes definen la política (el “principal”) y quienes la ejecutan (el “agente”). En Guatemala, este vínculo ha fallado, especialmente en la SAT, donde la falta de dirección estratégica ha generado disfuncionalidad. En lugar de optar por una intervención legal, se propone corregir el rumbo mediante decisiones políticas y reformas ya consensuadas. Fortalecer la SAT desde su institucionalidad es clave para mejorar la recaudación y proteger la independencia técnica de sus funciones.

PEQUEÑAS GRANDES DECISIONES
La elección del nuevo Superintendente de Administración Tributaria será determinante para el éxito de la reciente reforma fiscal y para el fortalecimiento institucional del país. Esta decisión, aunque parezca técnica, refleja el estilo de gobierno y la visión del presidente sobre el desarrollo. Una SAT fuerte, autónoma y profesional puede mejorar la recaudación sin necesidad de constantes reformas, legitimando la función estatal. El candidato ideal debe ser un experto con integridad, independencia y liderazgo, capaz de gestionar con eficiencia y navegar con inteligencia política. Esta designación pondrá a prueba el compromiso del gobierno con la construcción de instituciones sólidas.