
UNA DECISIÓN TRASCENDENTAL
La selva del parque Laguna del Tigre ha sido devastada por actividades ilegales y depredadoras. En ese escenario opera el campo petrolero Xan, cuya continuidad está en debate. Aunque los ambientalistas temen un daño mayor, se argumenta que la explotación moderna puede realizarse con bajo impacto, generar riqueza y servir como ancla de institucionalidad. Otros países latinoamericanos avanzan en modelos similares. Cancelar el contrato con Perenco no restaurará la selva perdida ni detendrá el caos, pero sí podría suprimir una fuente significativa de ingresos, empleo y presencia estatal. La clave está en regular con inteligencia y asegurar que los fondos generados beneficien realmente al medioambiente.