
NADIE LE CREE A NADIE
Carlos Castresana definió a Guatemala como una sociedad donde reina la desconfianza y la mentira como norma social. Esta percepción refleja una realidad histórica marcada por conflictos no resueltos, debilidad institucional y un tejido social fragmentado. La falta de capital social —es decir, de confianza y colaboración entre ciudadanos— limita el desarrollo económico, obstaculiza el funcionamiento de las empresas y refuerza la impunidad. Reconstruir esta confianza colectiva es clave para fortalecer la democracia y la productividad del país, aunque exige un liderazgo comprometido y sostenido.