
UNA AGENDA AGRESIVA PARA EL TRIÁNGULO NORTE
La crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, con más de medio millón de centroamericanos detectados en seis meses, ha llevado a ese país a enfocarse en las causas raíz del éxodo. La vicepresidenta Harris propone acciones que trascienden el corto plazo. Entre las medidas sugeridas destacan: aduanas especiales administradas por EE. UU., la modernización del RD-CAFTA, un ambicioso plan de infraestructura regional con gobernanza anticorrupción y una reforma institucional profunda que garantice justicia independiente, servicio civil profesional y gasto eficiente. Esta agenda busca impulsar crecimiento económico, fortalecer instituciones y reducir la migración desde el Triángulo Norte.

EL ESLABÓN MÁS DÉBIL
La administración Biden ha cambiado el enfoque hacia la migración centroamericana, priorizando las causas estructurales que impulsan la emigración, como la corrupción, la inseguridad y la falta de oportunidades económicas. Sin embargo, los fondos del Plan Biden se canalizarán principalmente a comunidades y ONG, excluyendo parcialmente a los gobiernos, lo que evidencia la debilidad institucional de la región. Para que la inversión tenga un efecto duradero, es imprescindible fortalecer las capacidades estatales y promover reformas profundas en los tres poderes del Estado. El desafío del plan será equilibrar recursos económicos con apoyo técnico y político que construya instituciones eficientes.

MOMENTO DE SER PROACTIVOS
El ascenso de Joe Biden ha puesto al Triángulo Norte en la agenda prioritaria de Estados Unidos, con un plan de cuatro años y 4 mil millones de dólares destinados a combatir pobreza, violencia y corrupción, buscando frenar la migración y el narcotráfico. Aunque el plan plantea inversión privada y reformas institucionales, no especifica medidas concretas, lo que abre la oportunidad para que Guatemala y sus vecinos diseñen sus propias propuestas. La clave está en impulsar transformaciones judiciales, administrativas y políticas profundas que atiendan tanto intereses nacionales como preocupaciones estadounidenses, evitando que las soluciones vengan impuestas desde el Norte.

UN “PLAN MARSHALL” INCOMPLETO
El Plan de Desarrollo para Centroamérica presentado por México, elaborado con apoyo de la CEPAL, busca reducir la migración hacia Estados Unidos mediante mayor recaudación, gasto en infraestructura, programas sociales y proyectos ambientales. Aunque parte de un diagnóstico correcto sobre las causas de la migración, la propuesta omite el punto más crítico: el colapso de la capacidad institucional en los países del Triángulo Norte. En Guatemala, la persistente desnutrición infantil y la migración de menores evidencian un Estado incapaz de cumplir funciones básicas. Sin una profunda reforma institucional que fortalezca justicia, seguridad, salud, educación y gestión pública, cualquier plan de inversión corre el riesgo de ser ineficiente e insostenible, incluso si cuenta con financiamiento internacional.

¿QUÉ BUSCAN LOS EMIGRANTES?
La caravana de migrantes hondureños simboliza la desesperación económica que empuja a miles de centroamericanos a buscar oportunidades en Estados Unidos. La brecha en productividad y salarios entre ambos contextos es abismal, como lo demuestra la evidencia de trabajadores haitianos que multiplicaron sus ingresos al migrar tras el terremoto de 2010. Mientras los países del Triángulo Norte no garanticen instituciones sólidas, servicios básicos e infraestructura, y Estados Unidos no aborde las causas estructurales de la migración, ningún muro podrá contener el flujo de personas. Una verdadera Alianza para la Prosperidad debería enfocarse en atacar estas raíces.

ESTADOS UNIDOS-GUATEMALA: LAS PRIORIDADES
La visita de Mike Pence a Guatemala insistió en que la migración ilegal se debe a la falta de empleo, la inseguridad y la debilidad institucional. Estados Unidos exige avances en estas áreas como condición para mantener apoyo, mientras las sanciones individuales y la presión diplomática se convierten en sus principales herramientas de persuasión.

SIN PRODUCTIVIDAD NO HAY PROSPERIDAD
La visita de Joe Biden a Guatemala subraya la necesidad de que el Plan Alianza para la Prosperidad se enfoque en la raíz del estancamiento económico centroamericano: la baja productividad. Mejorar las capacidades humanas e invertir en infraestructura, tecnología e instituciones sólidas son medidas clave para alcanzar un desarrollo sostenible y duradero.