
A cinco años de la promulgación del SINASAN, Guatemala sigue enfrentando crisis alimentarias debido a la ineficiencia institucional, la falta de coordinación y el incumplimiento de la ley. El CONASAN y la SESAN no han ejercido adecuadamente sus funciones, desplazados en ocasiones por entidades paralelas sin respaldo legal. La desnutrición, agravada por la incapacidad de las familias de adquirir alimentos básicos, exige pasar del manejo reactivo a una verdadera prevención, mediante el cumplimiento estricto de las obligaciones legales y la deducción de responsabilidades a los funcionarios negligentes.

NUESTRAS NECESIDADES
La jerarquía de necesidades de Maslow permite entender los desafíos que enfrenta Guatemala, donde amplios sectores aún no satisfacen sus necesidades básicas como alimentación o seguridad. A pesar de ello, los lazos comunitarios y familiares suplen en parte las necesidades sociales, y sorprendentemente, el país figura entre los más felices según encuestas. Esta paradoja resalta la resiliencia de su gente y plantea interrogantes sobre el vínculo entre bienestar material y satisfacción personal.