
REPARTIENDO EL PRESUPUESTO
El texto denuncia, con tono irónico, la proliferación de asignaciones presupuestarias fijas a instituciones públicas a través de leyes y reformas constitucionales, evidenciando el sinsentido de esta práctica. En vez de responder a una planificación estratégica y flexible, el presupuesto se reparte según prioridades políticas de moda, debilitando la capacidad del Estado para atender necesidades fundamentales como salud, educación e infraestructura. El artículo expone el riesgo de convertir el presupuesto en un botín estático, donde las demandas sociales reales quedan subordinadas a la rentabilidad política de turno.