
LA APUESTA POR TAIWÁN
En un mundo donde muchos países han abandonado a Taiwán para alinearse con Pekín, Guatemala sigue siendo su principal aliado diplomático.
¿Es eso prudente o ingenuo? ¿Tiene beneficios concretos o solo valor simbólico?
En esta columna exploro las razones —morales, estratégicas y prácticas— por las que mantener nuestra alianza con Taiwán aún nos conviene, siempre que sepamos aprovecharla.

EL MUNDO NO NECESITA UNA GUERRA COMERCIAL
La economía mundial atraviesa una etapa de desaceleración marcada por el resurgimiento del proteccionismo, especialmente entre Estados Unidos y China. Las medidas restrictivas y las represalias comerciales han debilitado uno de los motores más importantes del progreso global: el libre intercambio de bienes. La historia demuestra que las naciones que abrieron sus fronteras prosperaron, mientras que aquellas que erigieron barreras enfrentaron crisis profundas, como ocurrió en la Gran Depresión de los años treinta. El comercio internacional permite a los países exportar lo que producen mejor, importar lo necesario y acceder a mayor variedad de bienes. Además, fomenta el desarrollo en economías menos avanzadas, que luego se convierten en mercados para los países ricos. Repetir errores proteccionistas solo agravaría la fragilidad actual de la economía mundial.

EL RETORNO DEL PROTECCIONISMO
El aumento de aranceles de Estados Unidos a las importaciones chinas ha desencadenado una escalada de tensiones comerciales que, lejos de beneficiar, amenaza con dañar a ambas economías y al comercio mundial. Aunque la medida busca proteger a los productores estadounidenses, los déficits comerciales de EE. UU. tienen raíces más profundas: el exceso de consumo frente a la producción. La apreciación del dólar como consecuencia de la reducción de dólares en circulación dificultará las exportaciones estadounidenses y abaratará las importaciones globales, manteniendo su desequilibrio externo. El efecto real será una contracción del comercio internacional, con riesgos de contagio global si otros gobiernos optan también por el proteccionismo. La experiencia de la Gran Depresión demuestra que este tipo de medidas, lejos de generar empleo y prosperidad, multiplican las crisis y reducen el bienestar global.

SOMBRAS EN LA ECONÓMICA MUNDIAL
El pronóstico del FMI advierte que el crecimiento mundial será menor de lo previsto en 2019 debido a disputas comerciales, el Brexit y el debilitamiento de economías como Alemania e Italia. Esta desaceleración impacta a los mercados emergentes, afectando la inversión y la confianza financiera. Para Guatemala, la fortaleza de la economía estadounidense ofrece un respiro, impulsando exportaciones y remesas, aunque la apreciación del dólar reduce competitividad en otros mercados. Ante este escenario, resulta fundamental que la política monetaria y fiscal actúen de manera coordinada: relajando las condiciones monetarias, permitiendo una leve depreciación del quetzal y aumentando el gasto público en infraestructura, con el fin de moderar los efectos externos y sostener el crecimiento interno.

RECETA PARA DETENER EL PROGRESO
El aislamiento económico y político impulsado por gobiernos populistas y nacionalistas, especialmente en países desarrollados, amenaza con revertir décadas de avances en crecimiento económico y bienestar humano. La historia advierte que los costos de estas políticas van más allá de lo económico, afectando la paz y el desarrollo global.

COMERCIO VERSUS CARIDAD
La crisis mundial ha puesto en evidencia la necesidad de reorientar los esfuerzos hacia el fomento del comercio internacional en lugar del asistencialismo. Mientras que la ayuda económica tradicional ha sido ineficaz en la lucha contra la pobreza, la apertura de mercados permite a los países en desarrollo generar ingresos y empleos sostenibles. El consumo de productos importados no debería ser motivo de culpa en el Primer Mundo, sino un incentivo para promover el crecimiento en el Tercer Mundo. La cooperación internacional sigue siendo necesaria, pero debe enfocarse en educación y apoyo a pequeñas empresas como complemento del comercio global.