
LOS RIESGOS DE MENDIGAR
Guatemala es un país de ingreso medio que no depende de subsidios internacionales, por lo que solicitar donaciones o condonaciones de deuda resulta contraproducente y dañino para su reputación financiera. Aunque enfrenta pobreza y desigualdad, la ayuda externa debería orientarse a la transferencia de conocimiento y tecnología, no a aportes dinerarios al gobierno central. Pedir inclusión en programas como la “Cuenta del Milenio” solo proyecta una imagen de dependencia y vulnerabilidad. En lugar de buscar caridad, el país debe fortalecer su recaudación fiscal, combatir la corrupción y mejorar la eficiencia del gasto público en áreas esenciales como educación, salud y nutrición, consolidando así su autonomía económica.