TAIWÁN, HONDURAS, GUATEMALA
Taiwán, pese a su pequeño tamaño, tiene una relevancia geopolítica enorme, especialmente ante las tensiones con China y el riesgo de conflicto militar. Guatemala, como su socio diplomático más grande, ocupa una posición estratégica privilegiada, aunque no la ha aprovechado plenamente. La reciente ruptura de Honduras con Taiwán abre oportunidades para fortalecer esta relación, canalizando cooperación hacia proyectos productivos y transparentes, como un fondo soberano o un tratado de libre comercio. Más allá de la ayuda tradicional, Guatemala podría beneficiarse del conocimiento institucional taiwanés en gobernanza y eficiencia pública. Revalorizar esta alianza sería clave para un desarrollo más sostenible y estratégico.
LOS RIESGOS DE MENDIGAR
Guatemala es un país de ingreso medio que no depende de subsidios internacionales, por lo que solicitar donaciones o condonaciones de deuda resulta contraproducente y dañino para su reputación financiera. Aunque enfrenta pobreza y desigualdad, la ayuda externa debería orientarse a la transferencia de conocimiento y tecnología, no a aportes dinerarios al gobierno central. Pedir inclusión en programas como la “Cuenta del Milenio” solo proyecta una imagen de dependencia y vulnerabilidad. En lugar de buscar caridad, el país debe fortalecer su recaudación fiscal, combatir la corrupción y mejorar la eficiencia del gasto público en áreas esenciales como educación, salud y nutrición, consolidando así su autonomía económica.