
ESPERANZAS INFUNDADAS
La reciente redada contra inmigrantes guatemaltecos en EE.UU. evidencia que la política migratoria no cambiará en la administración de Obama, ya que la crisis económica ha desplazado el tema de la agenda gubernamental. El rechazo a la inmigración, impulsado por la recesión y grupos de presión como los sindicatos, dificulta cualquier reforma. Sin embargo, la inmigración ilegal sigue siendo un beneficio económico más que un problema. Mientras no haya cambios, el gobierno guatemalteco debe velar por un trato digno a sus ciudadanos en el extranjero.