
HAGAMOS GRANDE A CENTROAMÉRICA OTRA VEZ
George Shultz y Pedro Aspe argumentan que la forma más efectiva de reducir la migración irregular del Triángulo Norte no es con muros ni políticas represivas, sino con inversión y fortalecimiento institucional. Señalan que los migrantes huyen de la falta de oportunidades económicas, la inseguridad, la violencia y la debilidad de los gobiernos en la región. Según ellos, los países ricos también necesitan migrantes, pero de forma ordenada y sostenible, y el desafío será aún mayor con futuros flujos desde naciones más grandes y pobres como Nigeria o India. Estados Unidos podría impulsar soluciones a través de cooperación, ayuda externa y organismos multilaterales, pero hasta ahora sus políticas han sido cortoplacistas y poco efectivas. Atender las causas estructurales es clave para frenar el éxodo.

ATERRIZAJE FORZOSO
Los mercados financieros han sufrido una crisis de liquidez debido a la desconfianza generada por las hipotecas basura. El colapso de la burbuja inmobiliaria en EE.UU. ha expuesto desequilibrios estructurales que requieren ajustes inmediatos en el consumo y el déficit fiscal. Aunque se teme una recesión global, el impacto en Latinoamérica dependerá de la solidez de sus economías y de las políticas adoptadas en EE.UU.