
RESPONSABILIDAD FISCAL
Mientras el Congreso discute una nueva ley para aumentar la recaudación tributaria, el debate sigue atrapado entre la necesidad urgente de recursos públicos y la desconfianza ciudadana hacia el manejo del gasto estatal. La solución no pasa solo por cobrar más impuestos, sino por adoptar una Ley de Responsabilidad Fiscal que imponga límites, asegure transparencia y sancione la mala gestión. Sin credibilidad institucional, cualquier pacto fiscal está destinado al fracaso.

LA TENTACIÓN DE MENDIGAR
La conferencia internacional organizada por el Ejecutivo busca recursos para la reconstrucción tras los daños del invierno, estimados en Q15 millardos. Sin embargo, la sobredependencia en la ayuda externa puede reforzar la imagen de un país incapaz de generar sus propias soluciones. Es vital diferenciar entre tipos de costos postdesastre para evitar inflar cifras y justificar la mendicidad diplomática. Lo esencial es fortalecer la recaudación tributaria como base del desarrollo institucional, ya que solo los impuestos crean el vínculo real entre ciudadanía y Estado. La experiencia pasada demuestra que las promesas de los grupos consultivos rara vez se concretan.

BIENES PÚBLICOS
El debate fiscal en Guatemala necesita centrarse en la comprensión del papel esencial de los bienes públicos en el desarrollo económico. Más allá de posturas ideológicas, se debe priorizar la inversión en servicios como salud, educación, infraestructura y justicia, que son clave para atraer inversión extranjera y mejorar los indicadores sociales del país. El aumento de la base tributaria debe entenderse como una herramienta para cerrar las brechas estructurales, y no como una meta aislada. Un presupuesto nacional bien dirigido a estos fines puede transformar la realidad de una nación que, a pesar de tener un ingreso medio, sufre una escasez crónica de bienes públicos esenciales.