
LECCIONES PARA 2010
La salida de la recesión global de 2008 deja lecciones fundamentales. La crisis fue provocada por el autoengaño de inversionistas y banqueros, pero también por la inacción de reguladores. La lógica del mercado falló, permitiendo la formación de una burbuja especulativa en la vivienda, alentada por créditos blandos y expectativas irreales. Dos lecciones clave surgen de esta experiencia: la verdadera riqueza radica en la capacidad productiva y no en los productos financieros; y la economía solo funciona si se sustenta en principios éticos sólidos. Más allá de las regulaciones estatales, se requiere liderazgo empresarial responsable y una cultura empresarial basada en la integridad, el esfuerzo y el compromiso social.

ESTADO Y MERCADO
Ante la crisis financiera global, los gobiernos de economías occidentales han intervenido parcialmente en sus sistemas financieros, lo que algunos interpretan como una prueba de declive del capitalismo. Sin embargo, estas intervenciones son respuestas pragmáticas de emergencia, no cambios ideológicos, y buscan restaurar la propiedad privada tan pronto como sea posible. A pesar de la necesidad de regulación estatal, el libre mercado sigue siendo crucial para la eficiencia y prosperidad global.