
REFORMA INSTITUCIONAL: CONTRALORÍA DE CUENTAS
La renuncia de Roxana Baldetti marca un punto de inflexión para intensificar la lucha contra la corrupción en Guatemala. Esta tarea demanda recuperar y fortalecer instituciones clave como la Contraloría de Cuentas, llamada por ley a fiscalizar el gasto público y prevenir abusos. Sin necesidad de nuevas leyes, basta con que esta institución cumpla sus funciones: auditar, denunciar, intervenir y supervisar. Para evitar que la corrupción continúe carcomiendo al Estado, es vital ejercer presión social que obligue a la Contraloría a asumir su verdadero papel.

TRANSPARENCIA EN ENTIDADES AUTÓNOMAS
Un análisis rápido de 20 entidades descentralizadas y autónomas revela que muchas operan con escasa o nula transparencia financiera. Algunas no publican ni presupuestos ni estados financieros, y en varios casos ni siquiera son auditadas por la Contraloría. Solo dos entidades alcanzan niveles altos de transparencia: el IGSS y el INFOM. El resto presenta serias deficiencias en la rendición de cuentas, incluyendo instituciones clave como la SAT, la USAC y el Organismo Judicial. Además, varias municipalidades importantes, como las de Guatemala y Mixco, tampoco informan sobre su situación financiera, mostrando un patrón generalizado de opacidad.