
UN SEGURO PÚBLICO DE DESEMPLEO
La pandemia evidenció la necesidad de un seguro de desempleo en Guatemala, ya que su ausencia obligó a improvisar programas temporales de apoyo. Este tipo de seguro funciona como estabilizador automático, protege los ingresos de los trabajadores en recesiones y estimula la economía al sostener el consumo. Además, facilita la adaptación a cambios tecnológicos y fomenta mayor flexibilidad en el mercado laboral. El IGSS debería avanzar hacia un tercer pilar que, junto con los seguros de enfermedad e invalidez, brinde mayor protección social y refuerce la estabilidad macroeconómica.

FORTALECER EL IGSS
El IGSS, legado de la Revolución de 1944, brinda protección social y estabilidad económica, pero arrastra debilidades evidenciadas por la pandemia. Un sistema más ágil, tecnificado y de mayor cobertura puede fomentar empleo, flexibilidad laboral y consumo estable ante crisis. Para lograrlo, la Junta Directiva, gerencia y cuerpos técnicos deben ser competentes y respetar la autonomía constitucional del IGSS. El nombramiento del próximo presidente y su suplente es decisivo: líderes idóneos pueden implementar políticas de bienestar social efectivas y modernas, mientras que una elección equivocada podría afectar negativamente la economía y la paz social del país.

ASFIXIANDO AL IGGS
El sistema de pensiones del IGSS en Guatemala se enfrenta a una amenaza crítica tras la anulación parcial del Acuerdo 1257, que buscaba ajustar los parámetros de jubilación conforme a proyecciones actuariales. La intervención de la Procuraduría de los Derechos Humanos y la Corte de Constitucionalidad, sin sustento técnico riguroso, compromete la sostenibilidad del programa IVS y debilita la autonomía del IGSS. Mientras organismos internacionales y países de la región avanzan hacia reformas para enfrentar el envejecimiento poblacional, Guatemala sigue anclada en condiciones insostenibles. Si no se toman medidas responsables y con visión de largo plazo, el sistema podría enfrentar una quiebra técnica que afectará a millones de trabajadores y al equilibrio macroeconómico del país.

SOLUCIONES INSTANTÁNEAS (I)
La sociedad guatemalteca muestra una peligrosa inclinación hacia las soluciones fáciles y rápidas, desde lo personal hasta lo estatal, despreciando el valor de la perseverancia y el esfuerzo sostenido. Este patrón se refleja en prácticas que van desde actos ilegales para enriquecimiento rápido hasta políticas públicas superficiales que evitan las reformas estructurales necesarias. Las propuestas instantáneas sustituyen al trabajo arduo: se prefiere una ley simbólica antes que una política bien diseñada, un bono asistencial antes que una reforma del sistema de pensiones, o una declaración constitucional antes que un verdadero proceso de reconciliación y diálogo social. Sin embargo, solo mediante el compromiso diario, la institucionalidad sólida y la gestión perseverante puede alcanzarse un bienestar duradero.