
INCLUSIÓN FINANCIERA
El acceso a servicios financieros sigue siendo un privilegio para muchos en Guatemala, especialmente en las zonas rurales, donde el 68% de los adultos carece de productos de ahorro o crédito. La falta de documentos, títulos de propiedad o conocimientos financieros limita la capacidad de los más pobres para invertir, producir y enfrentar riesgos. Aunque las microfinanzas han ampliado la cobertura en las últimas dos décadas, la demanda insatisfecha sigue siendo alta. Es fundamental crear un marco regulatorio que fortalezca a las entidades de microcrédito y cooperativas, fomente la formalización, y mantenga la flexibilidad e inmediatez que hoy ofrecen los servicios informales. Solo así se podrá cerrar la brecha financiera que impide el crecimiento económico de miles de guatemaltecos.

MICROFINANZAS FRENTE A LA CRISIS MUNDIAL
Las microfinanzas han demostrado ser una herramienta clave para la inclusión financiera, pero la crisis económica ha golpeado sus fuentes de financiamiento y la capacidad de pago de sus clientes. Las instituciones más resilientes han sido aquellas con mayor solidez patrimonial y dependencia de fuentes locales. La regulación del sector en Guatemala requiere modernización para facilitar su adaptación a los ciclos económicos, mientras que la diversificación de la clientela y la renegociación de créditos son estrategias urgentes para evitar un deterioro en la cartera crediticia.