
NAVEGAR EN AGUAS TURBULENTAS
En mi columna “Navegar en aguas turbulentas” reflexiono sobre el nuevo entorno global marcado por proteccionismo, aranceles e incertidumbre. Guatemala, si bien resiliente, debe actuar con prudencia: preservar su estabilidad macroeconómica, negociar con EE.UU. y retomar reformas institucionales que fortalezcan su productividad y gobernanza.

VALE LA PENA REVIVIRLAS
La experiencia del Ministerio de Finanzas bajo Juan Alberto Fuentes muestra cómo proyectos clave, como la Mesa para la Calificación del País y el Observatorio Ciudadano del Gasto, pueden iniciar con fuerza y visión, pero luego desaparecer por falta de seguimiento y apoyo institucional. La Mesa logró mejorar la calificación internacional de Guatemala mediante coordinación público-privada y trabajo técnico sistemático, mientras que el Observatorio buscaba elevar la transparencia del gasto público. Ambas iniciativas murieron de inanición burocrática, pese a sus resultados y potencial. Rescatar estos esfuerzos sigue siendo urgente para fortalecer la institucionalidad y la confianza pública.

CORRUPCIÓN Y SUBDESARROLLO
El escándalo financiero en el Congreso resalta la fragilidad de las instituciones públicas en Guatemala y la necesidad urgente de combatir la corrupción. Para lograrlo, se requiere fortalecer la Contraloría de Cuentas, impulsar reformas institucionales y fomentar la participación ciudadana en la fiscalización del gasto público. La educación en ética y transparencia, junto con el acceso a la información, son herramientas clave para crear una sociedad más vigilante y responsable. La combinación de presión social y reforma estructural es la única vacuna efectiva contra la corrupción.