PETRÓLEO, ALIMENTOS E INFLACIÓN
En 2007, la inflación global alcanzó su nivel más alto en casi dos décadas debido al aumento del petróleo y los alimentos, afectando incluso a economías estables como Estados Unidos y Chile. En Centroamérica, Guatemala registró una inflación de 8.75%, impulsada también por estos factores. El encarecimiento del petróleo elevó los costos de producción y transporte, mientras que la demanda mundial de biocombustibles redujo la oferta de granos básicos, agravando el alza en los precios de alimentos. Aunque la inflación actual no alcanza niveles históricos, su persistencia amenaza el poder adquisitivo y la estabilidad económica. Se requieren políticas monetarias firmes, previsibles y modernas que fortalezcan la confianza y controlen las expectativas inflacionarias.
LA AMENAZA DEL PETRÓLEO
El precio del petróleo ha subido significativamente este año debido a que la demanda global, especialmente de China y Estados Unidos, supera a la oferta. Factores como tensiones geopolíticas en Oriente Medio, problemas climáticos en el Golfo de México, limitaciones en refinerías y la devaluación del dólar agravan la situación. Aunque se prevé cierto impacto inflacionario y una desaceleración económica moderada, la oferta y la demanda tenderán a ajustarse gradualmente, salvo que los conflictos geopolíticos impidan dichos ajustes.