ACCESO AL CRÉDITO: UN PASO ADELANTE
29/octubre/2007
AMPLIAR EL ACCESO AL CRÉDITO ES CLAVE PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO Y LA MODERNIZACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO
El desarrollo económico requiere que los recursos financieros, canalizados a través del crédito, fluyan hacia los emprendedores y los innovadores. Los prestamistas (que canalizan esos recursos financieros) demandan a su vez que los créditos estén respaldados con alguna garantía por parte del prestatario. Aunque en nuestro país han prevalecido tradicionalmente los créditos respaldados con garantías personales (fiduciarias) o con bienes inmuebles (hipotecarias), para las pequeñas y medianas empresas resulta muy difícil, si no imposible, contar con ese tipo de garantías en la cuantía y condiciones que requieren los prestamistas. Por lo tanto, la posibilidad de utilizar otro tipo de garantías (como, por ejemplo, bienes muebles) puede significar abrirle la puertas del financiamiento a muchas personas y empresas hasta ahora excluidas.
Guatemala no contaba con un marco legal que clarificara y posibilitara el uso de garantías mobiliarias, lo cual se tradujo, entre otras ineficiencias, en un bajo acceso al capital y altos costos de financiamiento para las medianas y pequeñas empresas. Afortunadamente, el Congreso de la República aprobó el jueves pasado la Ley de Garantías Mobiliarias, dando así un paso adelante en la modernización del país y continuidad a un proceso que se empezó a plasmar como política pública desde junio de 2000, cuando la Junta Monetaria incluyó ese importante tema dentro de su Matriz del Programa de Fortalecimiento del Sistema Financiero Nacional.
La nueva ley constituye un marco moderno para regular el uso de garantías mobiliarias y facilitar el acceso al crédito. Claro está que la ley en sí misma no es suficiente: una cosa es aprobarla y otra, implementarla. Pero el primer paso está dado, y se tendrá una ley que cumple con la mayoría de los estándares internacionales en materia de garantías mobiliarias, que incluyen normas para darle certeza a la definición y constitución de dichas garantías; clarificar los derechos de los distintos acreedores; establecer dispositivos para compartir y divulgar la información de manera transparente y eficiente; e introducir mecanismos para la ejecución pronta y justa de las garantías. Especial mención merece la creación del Registro de Garantías Mobiliarias como una dependencia del Ministerio de Economía que deberá encargarse del registro público de los activos que servirán como garantías (tales como bienes muebles, inventarios, títulos de crédito o títulos representativos de mercaderías) mediante sistemas modernos y eficientes.
La nueva ley constituye un marco moderno para regular el uso de garantías mobiliarias y facilitar el acceso al crédito
El éxito de la nueva Ley de Garantías Mobiliarias dependerá crucialmente del esfuerzo de implementación y de fortalecimiento institucional por parte del sector público, así como de la adaptación pronta que se dé en los usos y costumbres del sistema financiero privado. Esta ley es una pieza clave, aunque no la única, del esfuerzo de modernización que debe profundizarse en materia de acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas, razón por la cual su aprobación es motivo de felicitación al Congreso de la República (tanto al Pleno como a su Comisión de Economía), así como al Ministerio de Economía que coordinó la preparación de la iniciativa.