LA SALUD AFECTA A LA PRODUCTIVIDAD

01/junio/2009


LA MALA SALUD EN GUATEMALA PROVOCA PERDIDAS ECONÓMICAS MASIVAS Y AUMENTA LA CARGA SOBRE LAS EMPRESAS Y EL GOBIERNO

Cada año se pierden en Guatemala más de 6 millones de días laborales por razones de enfermedad, lo que acarrea importantes costos para las empresas y para la sociedad. Lo anterior, según algunos estudios, ocasiona pérdidas equivalentes a un 7.8% del PIB, o aproximadamente US$5,668 millones, cifra 11 veces superior al presupuesto del Ministerio de Salud y 3.5 veces al gasto nacional (total) de salud. Algunos estimaciones indican que, por esa misma razón, las empresas dejan de percibir márgenes de utilidad (ganancias, intereses, regalías y rentas diversas) por US$3.4 mil millones cada año.

Lo anterior pone en evidencia que la mala salud de la población no sólo afecta el desempeño económico nacional, sino y que puede influir directamente en la productividad de las empresas, razón por la cual la inversión en salud debe ser un aspecto de interés común y de responsabilidad compartida entre los gobiernos y la empresa. Estos aspectos que se ponen de manifiesto en el boletín sobre la salud y la enfermedad de la población, publicado por el Proyecto Diálogo de la USAID, la Asociación de Gerentes de Recursos Humanos de Guatemala y la Fundación Guatemala 2020, cuyo contenido tuve el honor de presentar ante los medios de comunicación la semana anterior.

Uno de los aspectos que se enfatizó durante ese evento fue la relación recíproca que existe entre el nivel de ingreso nacional y la situación de salud-enfermedad pues, por una parte, cuanto mayor sea el nivel de ingresos, habrá mejor nutrición, más acceso a agua potable y a mejores servicios de salud; por la otra, cuanto más alto sea el nivel de salud de la población, podrá haber mejores niveles de ingreso. La salud tiene un efecto directo sobre la productividad de los trabajadores y de las empresas, pues con trabajadores más sanos se reducen los costos de las empresas. La salud contribuye a aumentar la esperanza de vida y, con ella, la cantidad de personas en edad de trabajar, lo que implica un “dividendo demográfico” que ha permitido a otros países incrementar la tasa de crecimiento potencial de su economía.

Las enfermedades en Guatemala están robando más de 6 millones de días laborales al año, lo que genera una pérdida económica significativa para el país y afecta la productividad de las empresas

El sistema de salud en Guatemala, sin embargo, continúa siendo absolutamente disfuncional e ineficiente, Las empresas realizan gastos múltiples para el mismo propósito: pagan primas de seguros privados, financian a través de los impuestos el sistema de salud pública, pagan sus cuotas patronales al IGSS, hacen donaciones filantrópicas para temas específicos de salud y muchas contratan directamente servicios médicos para prestar en la sede de las empresas. El resultado es que existe una evidente duplicidad o triplicidad de cargas para financiar el gasto que la sociedad hace en materia de salud.

Los ineludibles cambios que deben implementarse en el sistema nacional de salud implican la necesidad de un gran acuerdo nacional que identifique el modelo de atención y la política de estado que, como sociedad, estamos dispuestos a financiar e implementar. Esto, evidentemente, es un esfuerzo de largo plazo pero, para empezar, podría darse el paso esencial de obligar a las múltiples entidades que conforman el sector a coordinarse y a diseñar una política de estado en materia de salud, tal como está previsto en el proyecto de Ley Marco del Sistema Nacional de Salud que ya cuenta con dictamen favorable en el Congreso de la República.

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