
REVITALIZAR LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
Sobre la necesidad de priorizar políticas públicas para el desarrollo y bienestar, en cinco áreas clave: combate a la pobreza y desnutrición mediante medidas estructurales y no asistencialistas; mejora de servicios públicos básicos (educación, salud, seguridad e infraestructura); impulso a la productividad mediante un marco legal estable; gobiernos transparentes y eficientes mediante reformas institucionales; y, una política de apertura económica frente a tendencias globales proteccionistas.

TRUMP Y NUESTRA ECONOMÍA
En estacolumna analizamos el impacto que el cambio de gobierno en Estados Unidos, con la llegada de Trump, podría tener sobre la economía guatemalteca. Empezando por el flujo de remesas familiares, y pasando por el acceso a mercados para nuestras exportaciones, se prevén efectos inmediatos y potenciales de estas políticas que advierten sobre la necesidad de preparar acciones de política pública en Guatemala: atención a migrantes, fomento al empleo y a la empresarialidad, búsqueda de mercados y atracción de inversiones son los desafíos que podrían redefinir el futuro económico de nuestro país.

BALANCE DE LA ECONOMÍA EN 2023 Y DESAFÍOS PARA 2024
En 2023, Guatemala mantuvo estabilidad macroeconómica con un crecimiento del PIB del 3.3%, baja deuda pública, déficit fiscal, y un tipo de cambio estable, pese a una inflación del 3.5% y la incertidumbre electoral. Las exportaciones e importaciones cayeron por la desaceleración global, pero se espera una recuperación en 2024. Los retos incluyen mantener esta estabilidad, mejorar el clima de negocios, fortalecer instituciones y servicios públicos, y atraer inversiones mediante certeza jurídica y un entorno político estable.

SUBE Y BAJA
El reciente descenso en el valor del quetzal refleja la dinámica normal de un sistema de tipo de cambio flexible, como el que opera en Guatemala desde hace dos décadas. La apreciación o depreciación de una moneda responde a factores de mercado como las importaciones, exportaciones, deuda externa y flujo de capitales. Aunque el banco central puede intervenir para suavizar la volatilidad, no puede alterar las tendencias del mercado. Predecir el tipo de cambio es imposible, incluso para los expertos, ya que depende de miles de variables económicas y políticas que cambian minuto a minuto.

OTRA VEZ EL TIPO DE CAMBIO
El aumento del tipo de cambio ha generado reacciones diversas en Guatemala, desde críticas de comerciantes hasta la aprobación silenciosa de exportadores y receptores de remesas. La depreciación del quetzal puede ser una ventaja temporal, pero confiar en una estrategia de devaluación permanente es arriesgado. Propuestas como el régimen de mini-devaluaciones han fracasado en otros países, generando inflación y pérdida de control sobre la oferta monetaria. En lugar de enfocarse en soluciones monetarias de corto plazo, el debate económico debería centrarse en mejorar la productividad y la competitividad del país.

POLÍTICA MONETARIA CONTRA LA RECESIÓN
Frente a la crisis económica, las herramientas de política monetaria deben aplicarse con cautela, ya que sus efectos toman tiempo en manifestarse. Aumentar la liquidez excesivamente hoy puede requerir medidas restrictivas en el futuro. La política fiscal, aunque es una opción, también presenta riesgos si no se gestiona con sostenibilidad. En economías pequeñas y abiertas como la guatemalteca, más que intentar revertir los efectos de una crisis externa, las políticas deben enfocarse en aliviar sus impactos sin generar nuevas crisis a largo plazo.

POLÍTICA MONETARIA PARA 2009
La Junta Monetaria ha aprobado la política monetaria para 2009, introduciendo ajustes clave como una meta de inflación a mediano plazo y un enfoque prospectivo basado en la inflación esperada. Se avanza hacia un régimen de metas explícitas de inflación, dejando atrás el enfoque en la oferta monetaria. Sin embargo, factores externos e internos pondrán a prueba la efectividad de estas medidas en un entorno económico desafiante

¿NOS IMITAN EN COREA?
Los bancos centrales de varios países, incluyendo Corea del Sur y Guatemala, enfrentan decisiones complejas sobre el aumento de las tasas de interés para controlar la inflación mientras intentan evitar una desaceleración económica. Aunque esta política puede resultar en un crédito más caro, se considera necesaria para mantener la estabilidad económica frente a presiones inflacionarias, especialmente en contextos de altos precios del petróleo y otros factores externos.