ESTABILIDAD, CRECIMIENTO Y EQUIDAD (II)
07/agosto/2007
GUATEMALA NECESITA FORTALECER SU POLÍTICA FISCAL Y EDUCATIVA PARA LOGRAR UN CRECIMIENTO SOSTENIBLE Y REDUCIR LA DESIGUALDAD
A pesar del relativo éxito de las políticas orientadas a preservar la estabilidad, el crecimiento económico de Guatemala es aún tan insuficiente como insatisfactorios son sus índices de pobreza y bienestar. Sin embargo, como sosteníamos en la columna anterior, las políticas de estabilización son necesarias para que las políticas que promueven el crecimiento económico sean exitosas y ambas, a su vez, son complementarias de aquellas que procuran una mayor igualdad de oportunidades.
Una economía estable solo prospera si invierte en su gente y en su futuro
Entre las políticas de estabilización sobresale la fiscal, quizá la más compleja debido a su interactuar con diversas instituciones y entornos políticos que la afectan. La política fiscal de Guatemala presenta una paradoja sin par en el continente. Por una parte, el déficit fiscal ha sido tradicionalmente bajo, lo mismo que el consiguiente nivel de endeudamiento público, aspecto que es reconocido por las principales calificadoras de riesgo como una fortaleza y factor que contribuye positivamente al desempeño económico del país. Pero, al mismo tiempo, las cifras fiscales muestran niveles extremadamente bajos de inversión en las áreas clave de infraestructura, educación y salud, lo cual desfavorece tanto el crecimiento económico como la armonía social. La solución a ello se dificulta, además, por la gran inflexibilidad del presupuesto público originada por la proporción enorme de los ingresos que debe, por mandato legal, gastarse en destinos específicos imposibles de modificar o adaptar a las prioridades de gobierno.
Una sana política fiscal es fundamental tanto para preservar la estabilidad como para promover el crecimiento mediante la movilización de recursos hacia las áreas clave antes indicadas. Ello requiere, por una parte, mejorar la recaudación tributaria y, por otra, reasignar de manera más eficiente los escasos recursos dentro del presupuesto hacia los campos que mejor permitan potenciar la producción y competir en el mundo con las economías emergentes.
Aparte de lo fiscal, otras políticas de perfeccionamiento estructural son esenciales para acelerar el crecimiento. Una de ellas es la mejora de la educación y las capacidades para el trabajo, como un paso primordial para incrementar la productividad, como también lo son las políticas de apertura al comercio y promoción de la competencia: por ejemplo, los esfuerzos para reducir las barreras y los costos para la apertura de nuevos negocios, la mejora de los marcos regulatorios, y la atracción de inversión extranjera directa.
Una mención especial merece la apertura al comercio exterior, una de las fuentes primarias del crecimiento mundial en el último medio siglo. Guatemala puede ganar mucho si logra acceder a los mercados de productos agrícolas y agroindustriales de los países desarrollados, en el marco de la llamada Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio que, en todo caso, ofrece mayor potencial que el que puede obtenerse mediante acuerdos bilaterales o, incluso, regionales.